
Un poco de historia
En algún momento de nuestra vida hemos atado un objeto al extrema de una cuerda y si no lo hemos hecho es momento de hacerlo, ya que si suspendemos una piedra en el extremo de una cuerda. Con esta sencilla operación habremos construido un péndulo simple. Y si separamos el objeto de su punto de reposo y lo soltamos, el cuerpo se mecerá hacia adelante y hacia atrás (oscilará) con tal regularidad, que será evidente por qué desde hace varios cientos de años y hasta hace muy poco, el péndulo se utilizó para controlar el movimiento de los relojes en todo el mundo (Luis O, No. 71, p. 26). Fue así que entre muchos de los descubrimientos realizados por Galileo Galilei encontró que el tiempo que tarda el objeto atado a la cuerda en ir y venir respecto a su posición de equilibrio (periodo) es independiente de la masa o del ángulo de lanzamiento de dicho cuerpo.
Como ya mencionamos el péndulo se usó en el reloj como mecanismo para medir el tiempo. No obstante, esta no fue su única contribución en la historia, ya que sirvió para demostrar que la tierra gira y hoy se conoce como el péndulo de Foucault.
Para profundizar un poco más sobre la historia del péndulo, se recomienda ver este video.
Hemos visto la influencia del péndulo en diversos campos de la ciencia y la vida cotidiana, por lo que es importante mostrar a continuación como el péndulo ha influido de igual forma en la literatura con un hermoso cuento de Edgar Allan Poe; El pozo y el péndulo

